El temor de este
tiempo está encubierto en las decisiones que tomamos. Vivir en una rutina
paralizante, para algunos cada día pasa inadvertido, buscando la aprobación de
los demás, pero la trampa es que “los demás” son una
entelequia, parte de esa masa sin identidad, son sombras y su sonrisa de
aprobación no está disponible.
En el
plano material más concreto, el temor
global de este tiempo es la crisis y en lo individual, para un grupo
considerable de personas se expresa en deudas, hipotecas, desempleo. Son sueños
encancerados, es la elección de permanecer en la dificultad como puente roto al merecimiento.
1. Identificar los muros intelectuales, emocionales, sexuales y materiales y
paulatinamente cambiarlos por puertas que puedas abrir.
2. Cambiar relaciones espejo por relaciones
ventana, es una forma de oxigenar las relaciones, percibir
nuestros cambios de manera fácil,
3. Colocarnos en el lugar del otro con respeto.
4. Darle poca importancia a lo que digan los demás de nosotros, sea que nos
guste o no nos guste lo que digan.
Es incluirlo todo, buscar
el balance entre el aprecio y el desprecio. Es decidir tomar la vida que
tenemos y actuar, es amar antes de
esperar ser amado. Parafraseando a Alejandro Jodorowsky, “Lo que doy a los demás me lo doy y lo que no doy a los
demás me lo quito”.
Nuevamente Gracias, a
todos los maestros que día con día me regalan experiencias de aprendizajes que
forman mi carácter, mi esencia divina,
más incluyente y amorosa. Milagros Cordobés