Érase una tuerca infeliz que quería ser tornillo. Rodaba sola por el mundo, admirando obras de ingeniería en las que cientos de tornillos unían piezas, sosteniéndolas y dándoles forma.
De envidia se puso al rojo vivo, se fundió y se convirtió en aquello que quería: un hermoso tornillo.
Un tornillo vagaba solo por el mundo, admirando lo que las tuercas podían llegar a hacer en las obras de ingeniería.
…
-¿Por qué he de confiar en un equipo?
-Porque lo imposible se convertirá en posible. Las dos caras opuestas y complementarias adquirirán la forma de una moneda. En eso consiste el trabajo de un equipo
Alejandro Jodorowsky
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