miércoles, 10 de agosto de 2011

Amig@ mí@


Este post está dedicados a todos mis amig@s de infancia y adolescencia, a los que encontré afortunadamente en la casa que vencen las sombras, a los que perdí en el camino de aprender y desaprender,  a los que están en otro plano,  a los concañeron, a mis amig@ ya de adulta y profesional, a los  virtuales y  a todos los que hoy nos estamos acompañando tomando lo que tenemos hoy para ser felices. 


Es cierto que Muchos individuos que no han encontrado una meta donde dirigir su vida, tienen la necesidad de llenar su tiempo, pensando que son nuestros amigos, amueblan el vacío de su existencia diaria con nosotros, malgastan muchas horas contándonos chismes o comentando noticias o alabándose a sí mismos o quejándose o invitándonos a tragos, en pocas ocasiones  se interesan por lo que somos o sentimos profundamente, nos usan como espejos de su superficialidad. Amistad es crear algo juntos, no matar el tiempo juntos. Si se sientes socialmente atrapad@ en este tipo de relaciones es tiempo de tomar distancia.

Diferencias entre amor de amantes  y amor de amig@s
Según Alejandro Jodorowsky, es necesario establecer una diferencia entre amor de amig@s y amor de amantes. En el amor de amantes, ambos unen estrechamente los centros intelectuales, emocionales, sexuales y corporales. Si uno tiene una idea, el otro aporta otra que la complementa. Si uno desborda cariño, el otro se convierte en cáliz para recogerlo sin perder una partícula. Si uno se inflama en el calor de la pasión, el otro se agrega entero a la hoguera, dejándose consumir…
 En el amor de amig@s, el centro sexual se reserva para otros enlaces y el cuerpo no se ofrece como hogar. L@s verdader@s amig@s caminan juntos, respetando los límites del otro, sin jamás violar las fronteras. Ahí no hay exclusividad ni celos, hay una total ayuda para que el otro despliegue sus alas y vaya en busca de lo único que en nuestro mundo industrial no puede comprarse ni venderse: el amor…
En la amistad se va del egoísmo a la generosidad hasta llegar al don de sí. Me uno al otro porque es mi igual, en él/ella se sacia mi sed de encontrar un espejo, alguien que es como yo, que me escucha y ve con infinita paciencia. Luego, si progresa mi conciencia, comienzo a compartir, “lo mío es tuyo, lo tuyo es mío, toda la sangre formando un río”… Compartimos los éxitos, los fracasos, las aventuras, los sueños… Por último, cuando conocemos la compasión y domamos a la muerte, ella ya no nos persigue sino que nos acompaña como una perra fiel, vemos lo efímero del otro, sabiendo que nos vamos pronto o tarde a perder..”Tú caminarás por tu sendero, yo por el mío. La fuerza de tu recuerdo me impulsará, alimentará mi alma cada día, pero tu presencia sólo será una ausencia sagrada”.
“Cuando la rosa se deshace, queda su perfume”

Milagros Cordobés

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